“La educación en valores que recibí en mi casa, ha hecho que ahora piense que la mejor manera de vivir la vida es en plenitud. En los aspectos personales que tanto me llenan, es donde encuentro muchas satisfacciones, pero he sentido siempre la necesidad de complementarlo con aspectos interpersonales, estableciendo contacto con las personas, estando disponible, sintiendo empatía y contribuyendo para que el mundo sea un mejor sitio para vivir. Hay muchas cosas que podemos hacer y realmente es cuando hago algo para los demás, cuando realmente me siento útil y feliz.”
“Crecí en una familia donde se me inculcaron valores como la empatía y sensibilidad hacia los demás. Más tarde, mis viajes por diferentes países del mundo, me dieron la oportunidad de conocer otras culturas y otras formas de ver la vida y fueron experiencias que cambiaron para siempre mi vida y la de mi familia”.
“Desde mi punto de vista, es fundamental que las personas con perfil público seamos responsables de cara a la sociedad, ya que tenemos mayor poder para conseguir y construir entre todos una sociedad más justa y solidaria.”
ARED
Desde hace unos años soy miembro del Patronato de la Fundación Ared (Fundación para la Reinserción de Mujeres), que ayuda a luchar por la inserción social de personas en situación de exclusión. Conocí Ared hace 16 años a través de un amigo de mis padres, y supo entusiasmarme con el proyecto de sensibilización social y del valor de las segundas oportunidades a las que todos tenemos derecho y que la fundación Ared ofrece cada día.
Ared atiende mayoritariamente a mujeres procedentes de centros penitenciarios y servicios sociales, en riesgo de exclusión o que se les ha acabado el paro y no tienen absolutamente ningún ingreso, dándoles autonomía y formación para poder trabajar e reinsertarse en nuestra sociedad, para evitar la exclusión social. Ared nació el año 1994 en el Centro Penitenciario de Wad Ras (Barcelona) gracias a la ilusión de 5 mujeres privadas de libertad, una voluntaria y una monitora de confección, que es la presidenta de la entidad, Teresa Rodríguez. Juntas crearon un taller de confección para conseguir una alternativa profesional.
Pero Ared es mucho más. En estos últimos años ha creado Salta, Empresa de inserción, que trabaja en el sector de la confección, la artesanía y el catering.
Desde su creación en 1994, Ared ha atendido a más de 1.500 mujeres, con unos resultados de inserción e integración del 60%. Ared quiere ser el trampolín hacia la inserción de las mujeres en empresas ordinarias. Siento que soy miembro de una gran familia y me implico en todo lo que yo pueda ser útil. Presentar actos o desfiles de Ared después de tantos años, o charlar con mujeres que lo dan todo y que son tan cercanas, hace que me sienta muy a gusto. Siempre he sentido la necesidad de aprender y acercarme a personas que encuentro fascinantes y escucharlas con atención. Muchas de sus reflexiones y comentarios han acabado formando parte de mi forma de pensar. Y estas personas las he encontrado en Ared, así que mi colaboración es poca, al lado de lo que Ared me ofrece a mí. Siempre que creo en un proyecto y que pienso que puedo ayudar, me vuelco; y he aprendido que trabajando al lado de quienes más lo necesitan me hace sentir útil y feliz. Creo que he de dar todo aquello bueno que la vida me ha dado a mí. ¡Animo a todos a que la conozcan!
Miembro del Patronato la Fundación ARED, asociación para la reinserción de mujeres con riesgo de exclusión social.
Miembro del Consejo Asesor de Oxfam Intermón
Miembro Consejo Asesor Educación Sin Fronteras
Miembro del Jurado de los Premios Solidaridad de la revista Telva
Colaboraciones con la Fundación Vicente Ferrer
Colaboradora, así como donante de sangre y médula ósea de la Fundación Josep Carreras
Colaboración en la Caravana Solidaria al África occidental (2004 y 2005)
Colaboradora de Amics de la Gent Gran, gente mayor sola en nuestra ciudad
Colaboradora de la Associació Esclat, parálisis cerebral y otras discapacidades
Colaboradora de la Fundación Theodora, con sus “Doctores Sonrisa” acompañando niños hospitalizados.
OXFAM INTERMÓN
Hace muchos años que colaboro con Oxfam Intermón y que conozco su trabajo. Y colaboro con ellos porqué estoy convencida de que se trata de una vía perfecta para favorecer el desarrollo de las comunidades que viven en zonas marcadas por el estigma de la pobreza, por ese motivo me vuelco siempre que puedo en los proyectos de Oxfam Intermón. Siempre me he sentido identificada con la forma de trabajar de la organización, porque ayudan a la gente a vivir y salir adelante por sí mismos.
Durante años he viajado de la mano de Oxfam Intermón a países como Uganda, Mozambique o Marruecos, he tenido la oportunidad de conocer a muchas de las personas involucradas en la organización y de colaborar en muchas de sus acciones.
20 AÑOS DE ESTRECHA COLABORACIÓN CON OXFAM INTERMÓN
1994 Visita a proyectos con menores víctimas de la guerra civil en Mozambique.
Reportaje en la revista Hola.
1997 y 2000 Participación en la fiesta de la solidaridad Un Día para la Esperanza.
2003 Apoyo a la campaña Comercio con Justicia.
2006 Participación en el vídeo del 50 aniversario, 50x50.
2007 y 2008 Viaje a Marruecos para conocer el programa de mujeres y participación en varios actos para explicar lo que allí vi y conocí. Reportaje en la revista Yo Dona.
2009 Difusión en redes sociales del poder de Café de Comercio Justo.
2010 Movilización para pedir apoyo a OI en la actuación tras el terremoto de Haití; difusión de la primera edición del Trailwalker en Facebook y Twitter, y participación en el encuentro de mujeres activistas conocido como W8.
2011 Llamada a la acción para acabar con el hambre extrema en el Cuerno de África.
2012 Viaje a Uganda con la revista Yo Dona para promover el Café de Comercio Justo.
2013 Por primera vez, diseño un bolso para la colección de Veraluna Comercio Justo para OI.
¿Por qué es importante el consumo de productos de Comercio Justo?
Porque nuestro consumo determina en qué tipo de sociedad queremos vivir. Los productos de Comercio Justo nos dan muchas garantías, y no me refiero sólo a la calidad del producto, sino a todo lo que pasa antes de comprarlo: que se ha producido en buenas condiciones laborales, en igualdad de condiciones para el hombre y la mujer, con el menor impacto posible sobre el medio ambiente… Ganas tú comprando estos productos pero haces que muchas otras personas salgan ganando también en países del Sur, que necesitan especialmente nuestra ayuda. Y pienso que es una tendencia creciente: la sociedad demanda cada vez más productos éticos, como los de Comercio Justo, porque se da cuenta que con su consumo responsable tiene un cierto poder de cambiar el mundo a mejor.
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